Quantcast
Channel: Aorijia » hipoteca
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Hipotecarse en 2011

$
0
0

No sé si desearos un feliz 2012 con retraso o un feliz Año del Dragón por adelantado. Que cosechéis muchos éxitos y los disfrutéis con salud.

imágenes de una crisis

El bocata más caro del mundo, de Somosnobles

Mi primera entrada de este año va dedicada a la locura que cometimos en 2011: Hipotecarnos. Quiero echar la vista atrás y convencerme de que hipotecarnos en un mal año para hacerlo tuvo, en nuestro caso, pies y cabeza.

ZF y yo llevábamos buscando vivienda desde 2010. Sin prisa. Sin ninguna prisa, pero activamente. Los motivos:

-Salvo que la crisis tenga algo que objetar, estaremos en España un rato largo.
-Habíamos ahorrado un buen pico.
-Vivíamos en una casa-congelador de la que queríamos salir pitando cuanto antes.

Lo primero que hicimos, antes de nada, fue calcular cuánto podríamos endeudarnos. Para esto, matemáticas, calculadoras y una pequeña ronda por algunos bancos, que decían que nos concederían hipoteca, tomando como referencia únicamente el salario de ZF y no el mío (soy autónoma y ya se sabe: feast or famine).

Lo segundo que hicimos fue delimitar los pueblos/zonas en los que viviríamos de buena gana.

A partir de ahí, estábamos pendientes de las viviendas que se iban poniendo en venta, tanto en portales inmobiliarios como a pie de calle.

Conviene recordar que el clima inmobiliario en España estaba poco halagüeño: Perspectivas de bajadas, Zapatero que anuncia que acaba con las deducciones fiscales, foros hablando de bocatas de ladrillo y de esperar a que todo baje, baje, baje…

Nosotros, a lo nuestro: Cuando aparecía un anuncio interesante, concertábamos una visita, y acudíamos a tantear el terreno. Teniendo en cuenta aspectos como ubicación, cercanía de colegios/transporte/servicios básicos, orientación de la vivienda/estancias de la casa y estado de la misma, la descartábamos… o no.

Si una vivienda nos interesaba, llamábamos al cabo de varios días y con voz de “me interesa, pero no demasiado” y hacíamos una contraoferta escandalosamente baja sobre el precio de venta.

Lo normal era que nos mandasen a paseo de forma más o menos educada. Pero, ¡sorpresa!, el dueño de la casa que más nos gustó de todas las que vimos (tenía a ZF enamoradico perdido) nos llamó al cabo de unos días… aceptando. Se había quedado viudo hacía 2 años y sus hijos estaban locos por vender la casa (que habían usado como vivienda vacacional) y repartir el dinero. Es decir, que tuvimos mucha suerte.

A partir de ahí, papeleos que merecerían entrada aparte (casi nos la juegan los de cierto banco), firmas, escrituras, reformas, compra de muebles, mudanza… Y ahora vivimos en un HOGAR por el que no tenemos que ir con cuatro abrigos en los largos inviernos serranos, con una hipoteca muy asumible gracias a los ahorros que mencioné antes.

Al margen de coyunturas y crisis y opiniones varias, actuamos conforme a nuestras circunstancias concretas… El tiempo dirá si actuamos bien o mal, pero los años que disfrutemos de esta casa no nos los quitará nadie.

Un azucarillo para quien haya llegado hasta aquí.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2